Comprar un inmueble familiar: Una alternativa para vivir juntos compartiendo espacios y experiencias

La compra de una vivienda es quizás el paso más importante en la vida de una familia, pero a veces, los precios del mercado pueden hacer que este sueño sea inalcanzable, especialmente cuando se trata de propiedades con una gran superficie o la propiedad está ubicada en una zona muy demandada. Una alternativa que cada vez gana más popularidad es la de comprar un inmueble junto a tus familiares. Por ejemplo: imagina un edificio de varias plantas donde cada miembro de la familia tiene su propio espacio, pero al mismo tiempo, todos comparten una ubicación común. Este enfoque ofrece no solo beneficios económicos, sino también una forma de vida que mejora los lazos familiares.

1. ¿Qué es la copropiedad familiar de un inmueble?

  • La copropiedad familiar implica que varios miembros de una misma familia (padres, hijos, abuelos, tíos, primos, etc.) se unan para adquirir un gran inmueble, un pequeño edificio, o una casa de varias plantas, y dividirlo en diferentes apartamentos.
  • Cada apartamento puede tener su propio acceso y privacidad, aunque todos están conectados en la misma propiedad familiar.
  • Ventajas: fomenta la solidaridad familiar, permite compartir recursos y gastos, y brinda una oportunidad para que las familias vivan cerca unas de otras sin perder su independencia.

2. Ventajas de comprar un inmueble familiar

  • Reducción de costes: la compra conjunta de un inmueble puede disminuir de forma importante los costos iniciales. Al compartir la propiedad, los gastos que conlleva la compra, como la hipoteca, los impuestos, etc., se reparten entre los propietarios de la familia.
  • Espacio para todos: un pequeño edificio de varias plantas ofrece un espacio para que cada familia tenga su propio apartamento, mientras comparte áreas comunes como el vestíbulo, la terraza o el jardín, incluso podría darse el caso de que una familia decida compartir otras estancias como la cocina.
  • Apoyo mutuo: vivir cerca de los miembros de la familia brinda apoyo emocional, económico y ayuda con el cuidado de los niños o de los mayores. Incluso en algunos casos, se pueden ayudar cuando se ausente alguno de ellos, cuidando sus mascotas o plantas, recibiendo un paquete/pedido, facilitando el acceso el inmueble a un profesional para realizar algún trabajo o reparación, etc.
  • Mayor seguridad: al vivir todos juntos en un mismo lugar, los miembros de la familia pueden sentirse más seguros, especialmente por estar más controlado el acceso a la vivienda o edificio. Además, compartir las tareas de mantenimiento y seguridad puede hacer que la vivienda sea más fácil de gestionar.
  • Generación de patrimonio: a largo plazo, la propiedad conjunta puede convertirse en una fuente de ingresos si se decide alquilar parte del edificio o si su valor de mercado aumenta en el tiempo.

3. Aspectos a considerar antes de tomar la decisión

  • Acuerdo familiar claro: es fundamental establecer un acuerdo legal entre los miembros de la familia para definir las responsabilidades y los derechos de cada uno en cuanto a la propiedad. Esto incluye detalles sobre la distribución del espacio, los gastos mensuales, las tareas de mantenimiento y la gestión de la propiedad.
  • División de los espacios: planificar cómo se dividirán los diferentes pisos o espacios es esencial para evitar malentendidos. Algunas familias pueden preferir tener un piso completo, mientras que otras pueden optar por tener espacios comunes para compartir, como una sala de estar o una cocina.
  • Planificación financiera: asegurarse de que todos los miembros de la familia puedan contribuir de manera justa y equitativa a los costos de la propiedad es clave. Considerar las opciones de financiamiento, como hipotecas compartidas, puede ser una excelente alternativa.
  • Asesoramiento legal: es importante contar con la ayuda de un abogado que pueda elaborar un contrato de copropiedad que establezca claramente las reglas sobre el uso y la gestión de la propiedad. El acuerdo también debe incluir aspectos como las posibles ventas futuras, herencias y otros aspectos legales.
  • Compromiso a largo plazo: este tipo de acuerdos requieren un compromiso a largo plazo. Es importante que todos los miembros de la familia estén de acuerdo con la idea de vivir juntos durante un período significativo y de compartir los costos y responsabilidades.

JL Argent

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